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Una de las principales características del programa de Magíster en Pensamiento Contemporáneo del IDF, desde su reestructuración en 2009, ha sido la internacionalización efectiva que ha logrado consolidar mediante convenios con instituciones de distintas partes del mundo, visitas de connotados profesores extranjeros, becas para facilitar viajes de estudiantes del Instituto a estadías en universidades foráneas y la vasta experiencia internacional de su cuerpo académico.

La directora del Magíster, Aïcha Liviana Messina, afirma que “la internacionalización del programa ha ido creciendo con los años. Además de los múltiples convenios (con las universidades de Leiden, Nanterre, Buffalo, UNTREF de Buenos Aires, Tel Aviv, etc.), que permiten desarrollar formas de intercambios de estudiantes y profesores, se han formado redes internacionales que reciben financiamiento para llevar a cabo proyectos de investigación. La internacionalización del programa tiene entonces varios aspectos: nuestros estudiantes pueden hacer estadías en universidades extranjeras y existe una colaboración entre académicos a nivel de investigación. Se organizan actividades en conjunto y producimos publicaciones en conjunto”.

Un ejemplo reciente de esto es el proyecto “Estética y crítica de la teología política”, desarrollado conjuntamente por la Universidad de Northwestern y el Instituto de Filosofía. Es dirigido por los profesores Peter Fenves (Northwestern University) y Eduardo Sabrovsky (IDF). Una primera actividad del proyecto fue la estadía en Chile del Prof. Peter Fenves a fines del mes de marzo recién pasado. El Prof. Fenves dictó un seminario de 12 horas en el IDF, bajo el título Walter Benjamin entre filósofos.

Bernardo Ainbinder, académico del Instituto, observa que “el magíster del IDF prepara a los estudiantes para hacer doctorados de excelencia en el extranjero. Por eso les hacemos cursos en inglés y alemán, los contactamos con invitados extranjeros, infundimos prácticas vinculadas a los modos de producción académica de las universidades europeas y americanas (donde muchos de nosotros estudiamos en el doctorado o el posdoctorado), etc. Los estudiantes tienen la oportunidad de conocer e interactuar con especialistas de renombre mundial en su tema, que incluso a veces vienen a dictar total o parcialmente los cursos de magíster. Jorge Dotti, por ejemplo, pero también parcialmente Geoffrey Bennington, Jean-Christophe Bailly, Rodolphe Gasché, Michael Marder, Róbson Ramos dos Reis, Steven Crowell, Heiner Klemme, entre muchos otros”.

El caso de una estudiante

Una estudiante egresada del Magíster en Pensamiento Contemporáneo del IDF, Amanda Olivares, afirma que en su caso el carácter internacional del Magíster fue “muy importante. En parte porque la filosofía es tarea de pocos, y por lo mismo, las redes internacionales empiezan a ser muy relevantes a la hora de buscar personas con quienes trabajar y conversar. Me refiero a que, si te quedaras acá en Chile trabajando exclusivamente con la gente que lo hace acá, probablemente perderías de vista una serie de temas, aproximaciones, formas de trabajo, etc., que ocurren en otras partes del mundo y que muestran diversidad de prácticas, puntos de vistas, diferencias”.

Mientras estaba redactando su tesis de magíster, Amanda ganó una beca de estadía de investigación, las que están destinadas a estudiantes de segundo año de los programas de magíster y doctorado del IDF y financian el pasaje a una institución extranjera a la que los estudiantes postulen para realizar una investigación de tesis. En su caso, le permitió realizar una estadía en la Universidad Estatal de Nueva York en Buffalo (SUNY) y trabajó con profesores como David Johnson y Rodolphe Gasché, quienes se han ocupado largamente de algunos de los temas que formaban parte del proyecto de la estudiante. Además,  integró el proyecto de redes internacionales sobre Escritura y violencia junto a la profesora Aïcha Messina y en este marco realizó una pequeña estadía en la Universidad de Tel Aviv donde presentó su trabajo y participó en un workshop de lectura de textos.

amanda-olivaresAmanda dice que “ese contacto con el extranjero fue algo que tuve en cuenta a la hora de postular al Magíster, porque sabía, por ejemplo, que existía la posibilidad de conseguir financiamiento para hacer una pasantía en el extranjero, y a mí me interesaba eso porque pensaba que podía ser una experiencia provechosa, para enfrentarme por primera vez con otro idioma en un contexto no hispanoparlante, conocer una universidad no chilena, cosas de las que había oído hablar pero que no había vivido… Fue una muy buena experiencia. Se te abren las fronteras, no por completo obviamente, pero vas viendo pequeñas aperturas que luego si te animas se vuelve más posible cruzar”.

Y el caso de Amanda no es aislado. El profesor Bernardo Ainbinder destaca que este programa de becas para financiar viajes al exterior de quienes cursan el magíster ha sido muy bien aprovechado también por otros estudiantes. “Para Pablo Guíñez su estadía en Padeborn con el profesor Luft contribuyó a una tesis de magíster excelente y a proyectarse en el doctorado con una propuesta de gran calidad;  para Nicolás Carvajal su estadía en Miami fue fundamental para tomar en consideración en su tesis los más recientes desarrollos en epistemología del desacuerdo”.

Aïcha Liviana Messina comparte la visión de Ainbinder y da otro ejemplo: “Estas colaboraciones tienen beneficios a largo plazo. Han permitido a varios de nuestros estudiantes hacer contacto con profesores de universidades prestigiosas y realizar su doctorado con estos profesores. Ha sido el caso de Luis Felipe Alarcón. Conoció a Marc Crépon durante el coloquio «Imagen, violencia e historia» que fue organizado en el marco del proyecto «Guerra y paz», y al año siguiente pudo postular a la École Normale Supérieure de Paris para hacer su doctorado bajo su supervisión. Además, tradujo libros de profesores que visitaron el IDH como Jean-Christophe Bailly, Serge Margel y Jean-Luc Nancy, quien ha participado en coloquios y seminarios por videoconferencia”.

Bernardo Ainbinder concluye: “El ambiente del IDF es altamente internacional. Los académicos tenemos una amplia red; publicamos mayormente en journals extranjeros; formamos parte de proyectos de cooperación internacional con diversas universidades a donde vamos con cierta regularidad. Todo esto les permite a los estudiantes tener una visión más amplia del modo en que se practica la filosofía hoy y los prepara para postular a programas de doctorado en el exterior”.

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