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El Doctor en Sociología, que recientemente regresó a Chile desde Inglaterra para incorporarse como académico del Instituto de Humanidades y Director General de Investigación y Doctorados de la UDP, publicó este año su quinto libro, titulado Debating Humanity. Towards a Philosophical Sociology, en Cambridge University Press.
“Este libro da una formulación sistemática a un argumento que he venido trabajando desde 2010 en varios artículos y algunos de mis libros anteriores: las formas de conceptualizar la vida social (el poder, el capitalismo, la nación, el lenguaje) se basan en un conjunto implícito de ideas antropológicas sobre aquello que nos caracteriza como seres humanos. Dicho de otra forma, sólo podemos comprender las formas concretas de la vida social en razón de las capacidades que suponemos definen a los seres humanos que crean y habitan esas sociedades. A esta exploración sobre ideas de lo humano la he llamado sociología filosófica”, explica el autor.
Daniel Chernilo ha desarrollado su carrera académica tanto en Chile como en el Reino Unido, donde fue Profesor Titular de Pensamiento Social y Político en la Universidad de Loughborough. “Me interesa comprender las relaciones entre las descripciones de la vida social que entrega la sociología y las posibilidades de crítica normativa que ofrece la filosofía. Para ello, hago conversar lo que se conoce como la tradición de la teoría social (desde Weber y Simmel a Parsons, Habermas o Luhmann), con tradiciones intelectuales como el derecho natural racional, la antropología filosófica y la filosofía moral”.
En Debating Humanity. Towards a Philosophical Sociology (2017) –disponible en inglés en forma gratuita bajo la modalidad de open access–, los argumentos pueden agruparse en tres áreas, según el académico: “Primero, desde el punto de vista del debate público sobre temas sensibles como aborto o eutanasia, se sostiene que la alta carga emocional que se expresa en esas discusiones se explica porque se movilizan allí las ideas más profundas (y por eso también articuladas de manera más ambigua) de aquello que nos constituye como seres humanos: la identidad, la integridad física y moral, la autonomía. Las tensiones de todo orden que aparecen en estos debates dicen relación con que, en último término, lo que está en juego es aquello que nos define como seres humanos y en qué medida las sociedades en que vivimos favorecen o niegan el desarrollo de esas propiedades. Dicho en términos más generales, los debates normativos en la sociedad, aquellos en que se discuten los valores de la justicia, la equidad o la solidaridad, se basan en ideas de lo humano, o de la naturaleza humana, que en general no se someten a escrutinio público o debate racional”.
Prosigue Chernilo: “Segundo, desde el punto de vista conceptual, el libro toma distancia de las visiones contemporáneas del posthumanismo (como en las teorías del actor red, o algunas posiciones feministas, ecologistas, etc.) que acusan al antropocentrismo moderno como el principal responsable de las crisis sociales, políticas y ecológicas de los últimos 100 años. Mi libro reivindica un programa más cercano al humanismo universalista que podemos rescatar en los ideales de la Ilustración: autonomía individual, autodeterminación colectiva y deliberación democrática. El argumento aquí es que las posiciones posthumanistas no pueden justificar sus propias reivindicaciones normativas (por ejemplo, el derecho de los animales) puesto que ideas como “derecho” solo tienen sentido a partir del conjunto de propiedades que le reconocemos a los seres humanos (por ejemplo, la capacidad de fundar instituciones que se legitiman mediante asentimiento racional). Esta discusión está plasmada en la introducción del libro y, sobre todo, en el capítulo 1 donde se recupera el debate sobre el humanismo entre Jean-Paul Sartre y Martin Heidegger hacia fines de la segunda guerra mundial. La historia de esa discusión, algo olvidada a estas alturas, toma forma paradigmática en tanto prefigura muchas de las discusiones posteriores sobre la democracia, el autoritarismo, la ciencia y la técnica moderna”.
Y finalmente, el tercer punto argumentativo es que “el libro ofrece una agenda de investigación decididamente interdisciplinar, donde discusiones sociológicas y filosóficas se interrelacionan de manera sistemática. La estructura del libro apunta justamente en esa dirección. Los 7 capítulos que conforman el corazón del libro exploran el trabajo de filósofos y sociólogos a partir de una dimensión antropológica específica que su trabajo nos ayuda a iluminar. Así, el libro explica las ideas de auto-trascendencia (en Hannah Arendt), adaptación (Talcott Parsons), responsabilidad (Hans Jonas), lenguaje (Jurgen Habermas), evaluaciones fuertes (Charles Taylor), reflexividad (Margaret Archer) y reproducción de la vida (Luc Boltanski). Cada uno de los capítulos es, por tanto, un ensayo tanto sobre la dimensión antropológica específica como sobre el autor en cuestión”.
Más información sobre Daniel Chernilo en su perfil académico.