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Una de las características principales del programa de Magíster en Pensamiento Contemporáneo: Filosofía y Pensamiento Político, es la diversa procedencia de estudiantes que cursan este postgrado para obtener una formación en filosofía y desarrollar habilidades críticas desde la óptica de esta disciplina.A continuación revisaremos el testimonio de cuatro estudiantes que han cursado recientemente el Magíster y comparten su experiencia.
Pilar Diez es socióloga e ingresó al Magíster en Pensamiento Contemporáneo en 2016. Cuenta que “desde pregrado investigo sobre el morir, particularmente, el debate de la muerte asistida en Chile. En mi caso, la elección del Magíster se relacionó con mi interés por continuar investigando este y otros temas desde una aproximación filosófica”. Así, el estudio de autores como Derrida, Nietzsche y Foucault contribuyó a que tuviera herramientas teóricas fundamentales para reflexionar y abordar rigurosamente su tema de investigación.
“Durante los dos años de magíster, recibí el apoyo de docentes y compañeros/as para conocer y profundizar sobre perspectivas filosóficas valiosas en el análisis de diversos temas de manera crítica e interdisciplinar, como es el debate acerca de la muerte asistida. El programa genera constantemente espacios para la discusión académica entre docentes y estudiantes, ya sea en el aula, conversatorios y seminarios”, afirma.
En el caso de Ronald Bahamondes, quien estudió psicología e ingresó al Magíster en 2017, estaba interesado desde el pregrado “por los desarrollos de Sigmund Freud en torno a la construcción de la feminidad”. Decidió, entonces, escribir su tesis sobre este tema al interior de la obra de Freud. “Sin embargo, en una escuela de psicología se insta a los alumnos a realizar investigaciones con un correlato práctico, lo cual se alejaba de mis intereses”.
Esto lo llevó a participar de un grupo de lectura sobre psicoanálisis y feminismo en la UDP, coordinado por Rodrigo de la Fabián y María Isabel Peña, profesora del IDF. “Este grupo fue fundamental en la construcción del problema de investigación de mi tesis, ya que en el marco de las discusiones me fue posible pensar mi problema a partir de otros puntos de vista y, asimismo, extender el diálogo hacia otros campos disciplinarios, entre los cuales se encontraba la filosofía”. Luego de esto, decidió postular al Magíster y continuar profundizando en su tesis actual en el problema de la epistemología freudiana en la construcción de la feminidad.
Durante su estadía en el Magíster, Ronald Bahamondes ha sido becado tres veces: la primera vez con la beca de excelencia del IDF y las otras dos veces con becas de viaje para la realización de estadías de investigación en el extranjero. La primera, de tres meses, en el Instituto Sigmund Freud y el Departamento de Sociología de la Universidad Johann Wolfgang von Goethe de Fráncfort, Alemania; luego, para exponer en la conferencia Lacan Ecrits Conference en Bélgica y para realizar una pasantía de investigación en la Universidad Radboud de Nimega en Holanda, “con el fin de trabajar ciertos aspectos de mi tesis”.
Camila Narváez, en tanto, estudió Teoría del Arte, luego se cambió a Licenciatura en Filosofía y en 2017 ingresó al Magíster en Pensamiento Contemporáneo. “Como primero estudié Teoría del Arte, mi primer acercamiento a la filosofía fue desde la estética”, cuenta la estudiante. “Actualmente mi investigación se centra en la noción de lo sublime, un tema al que por primera vez me acerqué a partir de esa experiencia”.
Su principal interés ha sido estudiar las limitaciones de nuestro conocimiento y de nuestra comprensión. En pregrado abordó este tema a partir de lecturas de autores medievales cercanos al gnosticismo y la mística cristiana, para luego concentrarse en el pensamiento crítico kantiano, el que le permitió comprender de una manera más estructurada “la forma en que el pensamiento se orienta hacia lo desconocido”: “Una vez que ya ingresé en el Magíster, vi que este acercamiento a pensar lo limitado de nuestra comprensión era una preocupación también para otros autores contemporáneos. Así, cuando estudiamos el pensamiento de Carl Schmitt, Hannah Arendt o Michel Foucault me di cuenta de la importancia que estos autores le dan a la experiencia de la finitud de nuestro conocimiento y a la necesidad de suponer que hay incógnitas o excepciones para el mismo”.
“Sin embargo –continúa– vi que mucho de esta tendencia podía deberse a la influencia decisiva de Kant en la reflexión crítica contemporánea. De ahí fue en el pensamiento de Maurice Blanchot donde vi intensamente concentrada esta relación, incluso en la manera en que el autor perfila su propia forma de escritura filosófica. Por lo que decidí enfocar mi trabajo de investigación en conectar mi tesis de pregrado sobre Kant, mi antiguo interés por lo sublime y la experiencia de la limitación de nuestro conocimiento tal como la propone Blanchot”, explica.
Por su parte, Mauricio Oportus proviene de Ciencias Políticas y cuenta que tenía “una idea más o menos vaga de lo que quería trabajar y del autor en quien me quería enfocar”, antes de ingresar al Magíster en 2015. Una vez dentro, afirma, tuvo la oportunidad “de tomar conciencia respecto al nivel actual de mi trabajo, y de los avances que se hacen necesarios para poder desenvolverme en mi área de investigación de forma satisfactoria en un futuro, ojalá, no tan lejano… Durante el proceso de mi tesis, el IDF tuvo la generosidad de apoyarme con una beca parcial de investigación que me ayudó a trabajar en el extranjero con un especialista en mi área, lo que sin duda tuvo un impacto positivo en el resultado final de mi proyecto”.
El objetivo del estudiante, quien actualmente cursa un Doctorado en Literatura Comparada en la Northwestern University, era limitarse a la obra temprana de Walter Benjamin, “a veces incorporando breves diálogos con otros autores provenientes de tradiciones filosóficas afines. Sin embargo, la naturaleza fragmentaria de la obra benjaminiana me llevó a discusiones y problemáticas que difícilmente se podrían restringir exclusivamente al ámbito de la filosofía. Respecto a esto, agradezco que mis profesores guías hayan tenido la sensibilidad para reconocer las sutiles aproximaciones interdisciplinares que mi investigación requirió, valorándolas en su propia ley”.
Mauricio Oportus sostiene que el Magíster, al menos formalmente, no es un programa interdisciplinario, lo que a su parecer “está lejos de ser un aspecto negativo del programa sino todo lo contrario, es lo que permite elevar el potencial académico de sus alumnos. Sin embargo, esto no implica que el IDF se encuentre cerrado a trabajar con personas provenientes de otras carreras. Es más, de los alumnos que entramos el 2015 la gran mayoría no contaba con pregrado en filosofía, y no creo que eso nos significase alguna desventaja substancial”.
Camila Narváez considera, por su parte, que sí se ha beneficiado de “la flexibilidad del enfoque filosófico del programa, ya que permite una reflexión a la vez estética, ética, política, social, etc. Además hay profesores que han sido muy receptivos al trabajo que suelo hacer, ya que me interesa relacionar la reflexión filosófica con una forma de lectura que se apoya constantemente en proponer obras literarias o plásticas que sirvan de ilustración para lo que intento desarrollar”.
La diversidad de intereses que confluyen entre los estudiantes y profesores del programa también es un aspecto que la estudiante destaca. “Personalmente creo que la experiencia en el Magíster me ha acercado mucho más al pensamiento ético y político, a la sociología y a las discusiones sobre género, disciplinas de las que anteriormente me consideraba un tanto ajena. Esto no sólo por la enseñanza directa de los profesores, sino también por el diálogo y la retroalimentación de los demás compañeros que cursan el programa”.
Pilar Diez vivió una experiencia similar: “Al ingresar al Magíster, uno de mis temores era la ausencia de flexibilidad para abordar temas que había estudiado desde la sociología”, reconoce, pero luego se dio cuenta de que podría complementar bien ambas disciplinas: “Si bien la mayoría de los docentes son filósofos, no tuve muchos problemas para desarrollar ensayos donde traté distintas materias desde la sociología y la filosofía. Es más, mi tesis contiene componentes sociológicos y jurídicos, analizados desde una perspectiva filosófica”. Afirma, finalmente, que su experiencia en el Magíster “ha sido positiva, ya que pude incrementar mis habilidades teóricas y analíticas para llevar a cabo investigaciones que pueden ser un aporte al debate y al conocimiento en Chile; igualmente, he ido logrando la articulación entre mi ejercicio profesional, hoy como funcionaria pública, y la academia, complementándose y nutriéndose ambos de insumos teóricos y prácticos”.
*Otros testimonios de egresados del Magíster en Pensamiento Contemporáneo, aquí.