Nicolás Ried, abogado de la Universidad de Chile, ha dedicado su carrera profesional a la academia: es profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Alberto Hurtado, del departamento de Ciencias del Derecho, donde dicta clases sobre sobre la filosofía política y del derecho, dos temas de los cuales también ha publicado artículos científicos.

Además de ser profesor en el área del derecho, también se dedica a la crítica cultural. Fue en el Magíster de Pensamiento Contemporáneo del Instituto de Filosofía de la Universidad Diego Portales donde publicó su primer libro titulado “La Mirada de los Comunes. Cine, amor y comunismo”, en co-autoría con Ivana Peric, con quien trabaja en el proyecto de crítica cultural La Mirada de los Comunes. A este le siguió la publicación llamada “La Mirada de los Comunes. Contra Hollywood”, también en coautoría de Peric.

Para Ried, este postgrado le aportó “la posibilidad de reflexionar de manera sistemática y profunda en cuestiones fundamentales para los debates contemporáneos de mi interés, lo que no podría darse si no fuera por la sólida y seria comunidad académica que conforma el Instituto de Filosofía”.

¿Cómo aportó este programa a tu desarrollo profesional?

“El Magíster en Pensamiento Contemporáneo de la UDP es un espacio muy interesante para pensar los problemas teóricos contemporáneos, en especial en lo relativo a la reflexión política, que a mí me interesa. Este espacio me permitió desarrollar reflexiones que ya había trabajado en otras instancias de intercambio intelectual y de desarrollo académico, en lo particular en lo relativo a la noción filosófica de ‘crítica’ que he desarrollado a partir de los trabajos tardíos de Michel Foucault”.

¿Por qué decidiste estudiarlo en la U. Diego Portales?

“Desde hace muchos años conocía el trabajo realizado en el Instituto de Filosofía (ex Instituto de Humanidades). Trabajé como ayudante de un profesor que formaba parte del instituto, y desde ahí conocí el trabajo de reflexión crítica respecto a los problemas, autores y autoras más influyentes de los debates contemporáneos. Creo que esto no se da en otro espacio académico chileno, por lo cual a todo quien le interese desarrollar una reflexión crítica sobre el presente, que tenga como eje la mezcla de disciplinas, este será un espacio ideal”.

¿Qué consejo o recomendación le darías a una persona que está considerando postular a este programa?

“El programa otorga muchas herramientas teóricas y de investigación para quien se interese en la producción filosófica contemporánea. Sin embargo, estas herramientas deben ser cultivadas de manera responsable y dedicada. En mi caso, tuve la oportunidad de dedicarme completamente al programa, razón por la cual pude escribir ensayos que luego publiqué en revistas y establecí relaciones de amistad intelectual con las académicas y académicos del programa. Estas herramientas, que no son estrictamente intelectuales, a mi parecer, son fundamentales para aquellos que decidan dedicarse a la labor académica”.