Entrevistamos a Natalia Donoso, Francisco Espinoza y Carlos Klein, estudiantes del Magíster en Pensamiento Contemporáneo del Instituto de Filosofía, que se han adjudicado la Beca de Magíster Nacional ANID 2023.

En el Instituto de Filosofía hemos querido destacar a los estudiantes de nuestros posgrados que han obtenido este 2023 la beca que otorga la Agencia Nacional de Investigación (ANID) para programas de Magíster Nacional y Doctorado Nacional. En una primera publicación hemos compartido las entrevistas realizadas a María Jesús Ibáñez y Diego Díaz, estudiantes del primer año del Doctorado en Filosofía de nuestro Instituto. En esta segunda entrega, hemos conversado con Natalia Donoso, Francisco Espinoza y Carlos Klein, estudiantes de primer y segundo año del Magíster en Pensamiento Contemporáneo: Filosofía y Pensamiento Político. Les preguntamos sobre sus proyectos de investigación y cómo ha sido la experiencia dentro de nuestros programas de estudio hasta ahora.

 


Carlos Klein es abogado, licenciado en ciencias jurídicas y sociales de la Universidad de Chile. Ha desarrollado su experiencia laboral en proyectos de investigación académica, administración y servicio público en el área de desarrollo social y comunitario en distintas municipalidades, así como también en estudios jurídicos del sector privado. Actualmente cursa el segundo año del Magíster en Pensamiento Contemporáneo: Filosofía y Pensamiento Político de nuestro Instituto.

 

¿Por qué tuviste interés por ingresar al Magíster en Pensamiento Contemporáneo de nuestro Instituto?

Seguía las actividades del Instituto hace bastante tiempo, con muy buenas referencias de parte de quienes habían pasado por aquí. Me interesó mucho el cuerpo académico, las líneas de trabajo y la gran cantidad instancias de discusión que veía levantarse. Quisiera destacar, finalmente, algo que solo he podido confirmar estando dentro, pero que un poco percibía desde fuera: un ambiente amable y cercano que me ha parecido genial para poder aprender y desarrollar las inquietudes que traía.

 

¿Tus estudios de pregrado se relacionaban con la filosofía? ¿De qué forma crees que el Magíster complementa o integra tus estudios de pregrado?

Vengo de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, mi interés por la filosofía fue cultivado en ese lugar. La malla contemplaba algunos ramos de orientación filosófica, el claustro contaba con excelentes académicos y, entre estudiantes, llevábamos adelante grupos de lectura. Sin pretender culparles, trabajar con profesores como Miguel Orellana Benado y con Ricardo Camargo Brito me sirvió para darme cuenta del camino que quería seguir. No estoy seguro cómo el Magister complementa o integra mi formación en Derecho, sí sé que me ayuda a investigar, escribir y leer de otra manera. Los fenómenos jurídicos me siguen pareciendo muy interesantes, creo que constantemente vuelvo hacia ellos, pero por ahora estoy tratando de abrirme a lecturas que no tenían cabida en ese ámbito.

 

¿Puedes contarnos sobre tu tema de investigación, por el cual obtuviste la Beca ANID?

Estoy indagando en la relación entre Georges Canguilhem y Michel Foucault. Creo que una clave interesante y productiva para abordarla es la perspectiva de una “filosofía del error”. Muy tentativamente, diría que aquí se encuentra una manera de comprender un quehacer filosófico específico, que permite pensar la relación entre verdad y vida, o más bien, el movimiento por el cual los seres vivos producen conocimiento sobre sí mismos, en la serie de procesos que implica estar vivo. Esto es bastante vago aún, sin embargo, para esquematizar un poco, diría que se trata de una línea que se posiciona frente al saber como certeza, que proviene de una tradición que reconoce su lugar específico en la filosofía de la ciencia y que permite acercarnos, particularmente mediante Canguilhem, a una comprensión de las ciencias de la vida. El error como punto de partida podría tener algunas implicancias importantes para la filosofía, cuestión que Foucault dejó abierta como  pregunta: “¿No es preciso reformular toda la teoría del sujeto, habida cuenta de que el conocimiento, en vez de abrirse a la verdad del mundo, tiene sus raíces en los errores de la vida?”. De esta forma, para cerrar, diría que la investigación que pretendo hacer tiene su punto en el asunto del error, pero con la finalidad de relacionar con esto ciertas preguntas que surgen en los ámbitos de la verdad y la vida.

 

¿Qué te han parecido hasta ahora los seminarios que has cursado en el Magíster? ¿De qué forma puedes vincularlos con la investigación que te propones realizar?

Me han parecido muy estimulantes, con propuestas no menos bellas que complejas. Al ingresar no tenía tan claro qué es lo que me proponía investigar, sin embargo, mediante el trabajo en esos seminarios fui encontrando algunas pistas. La explicitación de mi interés por la relación entre Canguilhem y Foucault surgió, como un chispazo, en el contexto de las lecturas que realizamos con Rocío Garcés Ferrer en el seminario de Normatividad y Territorio que llevó adelante durante el año pasado. Esto me llevó a replantearme los problemas que había estado pensando hasta ese entonces. Una vez definido el tema, he intentado usar los seminarios para avanzar con la realización de la tesis. En este sentido, existe muy buena acogida del cuerpo académico para torcer un poco sus propuestas y llevar el agua hacia el molino propio. Es curioso y entretenido que, en esa conversación, se van encontrando otras perspectivas y voces para abordar el problema que inicialmente se tenía pensado.

 


 

Natalia Donoso es socióloga por la Universidad Diego Portales y Diplomada en Pensamiento Contemporáneo: Filosofía y Pensamiento Político por nuestro Instituto de Filosofía. Cómo socióloga se h dedicado al trabajo interdisciplinar entre arquitectura y ciencias sociales. En relación a su trabajo académico, se ha centrado en los ámbitos de filosofía social y fenomenología de la socialidad. Además, ha sido ayudante de cátedras de teoría social, epistemología y filosofía en la escuela de Bachillerato, Sociología y Psicología de la UDP. Actualmente cursa el segundo año del Magíster en Pensamiento Contemporáneo: Filosofía y Pensamiento Político de nuestro Instituto.

 

¿Por qué tuviste interés por ingresar al Magíster en Pensamiento Contemporáneo de nuestro Instituto?

Fui estudiante de sociología en la UDP, y en mi segundo año ingresé al programa de Diploma de Honores en pensamiento contemporáneo. El primer curso fue uno dictado por el profesor Sabrovsky titulado “Literatura y Filosofía”, en donde abordamos los problemas propios de la literatura de Borges, Piglia y Chesterton desde una perspectiva filosófica. Desde ese momento supe que me quería dedicar a la filosofía, pero decidí terminar mi carrera y postular al Magister. Fue muy buena decisión, porque el Instituto resolvió becarme al 80% gracias al programa de becas de continuidad. En mi carrera precedente, además, siempre estuve inclinada por la teoría sociológica. Mi tesis de pregrado fue fruto de ese interés. Allí tuve la oportunidad de trabajar con el profesor Hopenhayn, el rol filosófico de la universidad bajo la figura del saber, considerando los problemas institucionales y políticos de la universidad actual. En este trabajo me encontré con Heidegger y su famoso «Discurso del Rectorado» (1933). Desde ese momento decidí dedicarme al estudio de «Ser y Tiempo» y otras obras capitales de la fenomenología, y creo que esto fue una tercera motivación para entrar al Magister. Tuve la suerte de que, en mi primer semestre, se dictara un curso a cargo de la profesora Garcés sobre Heidegger. Todo esto me ha permitido tener una formación muy sólida e intensa en filosofía.

 

¿Tus estudios de pregrado se relacionaban con la filosofía? ¿De qué forma crees que el Magíster complementa o integra tus estudios de pregrado?

Mis estudios de pregrado en sociología pueden dividirse en dos grandes áreas: teoría sociología y metodologías de la investigación social. Nunca fui muy cercana a la segunda área, porque creo que las metodologías opacan muchas cuestiones que debiésemos tener en cuenta para, en algún sentido, pensar la “realidad”. En cambio, siempre fui muy cercana a la teoría sociológica y a la epistemología de las ciencias sociales. En mi recorrido por la sociología leí mucho a Hannah Arendt, Michel Foucault (del cual destaco su obra temprana “Las palabras y las cosas”), y a Marx, considerado uno de los precursores de la sociología. Creo que el magister complementa mucho mi formación como socióloga, sobre todo porque durante los años de pregrado fui cada vez más consciente de los alcances y los límites de la sociología para pensar la sociedad. Creo que la sociología presupone muchas cosas para explicar un fenómeno y no logra darse cuenta de ello. Los supuestos son, en cierta medida, algo que es necesario. Pero en la medida en que una ciencia no se interroga acerca de las condiciones de posibilidad que la constituyen como tal, y que en cambio asume su cientificidad, se constituye un problema mayor. Por eso creo que la filosofía, la práctica de ella, permite mostrar esas fisuras en el análisis sociológico de la sociedad o de “lo social”. El magister en Pensamiento Contemporáneo contribuye a eso desde distintas áreas, pero sobre todo a partir de la línea “teoría de la sociedad”, en donde trabajan estos problemas.

 

¿Puedes contarnos sobre tu tema de investigación, por el cual obtuviste la Beca ANID?

Mi tema de investigación ha tenido muchos cambios desde que postulé a ANID, pero creo que el ámbito de ella ha permanecido constante. Me refiero al problema de la socialidad, que heredé de mi formación como socióloga, pero que me interesa tratar de un modo diferente. El proyecto ANID consistió en explorar una idea de comunidad pluralista en el pensamiento de Heidegger a partir de una lectura alternativa mediada por Reiner Schürmann. La investigación toma como su hipótesis la posibilidad de pensar la vida en común desde “otra vía”, enunciada por Heidegger pero no desarrollada por el autor, a partir de una afirmación insinuante: «el ser humano es como la rosa: sin por qué». Con ello, apostaba por una lectura “post-fundacional” de la comunidad que se distancie de la búsqueda de un fundamento último de la socialidad. Todo ello permitiría analizar el estado actual de las sociedades y los fenómenos políticos asociados a la democracia y las instituciones. No obstante, mi proyecto actual pretende mantener el problema de base, es decir, la pregunta por la constitución de la socialidad, pero abandona el punto de vista de Heidegger y se aproxima al proyecto de una «fenomenología generativa» de Anthony Steinbock.

 

¿Qué te han parecido hasta ahora los seminarios que has cursado en el Magíster? ¿De qué forma puedes vincularlos con la investigación que te propones realizar?

He tenido la posibilidad de explorar distintas áreas en el Magister. Ello lo hace un programa muy versátil y flexible con los intereses de abogados, cientistas sociales e incluso biólogos. Durante mi paso por el magister he aprendido mucho sobre la fenomenología de Husserl y Heidegger, y su recepción hermenéutica en Levinás, pero también sobre autores clásicos como Kant y Hegel, que son esenciales para todo planteamiento -a favor o en contra de ellos- acerca de la constitución del Estado, la religión, el derecho y la sociedad civil. También he incursionado en el territorio de la estética, estudiando la tercera critica de Kant y Walter Benjamin. Esta gran variedad de enfoques me ha permitido explorar y aprender en distintos niveles los problemas filosóficos más importantes del siglo XX y XXI. Creo que la línea que más me ha ayudado a pensar mi investigación es la fenomenología, uno de los enfoques más importantes dentro de la filosofía, que además ha tenido una recepción muy variada, como por ejemplo filosofía de la mente, intencionalidad colectiva y el problema sobre la constitución de la socialidad. Si bien la fenomenología se concibe como uno de los enfoques más importantes para tratar la pregunta por la constitución de la sociedad, mi trabajo busca retomar el aporte de Helmuth Plessner, uno de los autores menos trabajados hasta ahora en habla inglesa e hispana, quien a partir de una crítica a la fenomenología trascendental recurre a una “filosofía de lo orgánico”, fenomenológica en cierto sentido, para dar respuesta a la pregunta por la naturaleza humana. Con Plessner, busco re-pensar las tensiones entre naturaleza humana y sociedad, argumentando que el ser humano no es social por naturaleza, sino que su propia condición excéntrica lo empuja a buscar medios artificiales para constituirse con otros como sociedad. En este marco, mi trabajo busca retomar el aporte de Steinbock sobre “Fenomenología generativa” para la comprensión del mundo de la vida.  Lo que intento argumentar a partir de esto es la preponderancia del “mundo ajeno” para la comprensión de la sociedad, es decir, tomo distancia de la comprensión del mundo como totalidad, coherente y auténtico, para en su lugar explorar la posibilidad de una normatividad derivada de la categoría de ajenidad para pensar la estructura del mundo de la vida. En este punto, retomo las reflexiones de un filósofo contemporáneo, Bernhard Waldenfels, quien pone de relieve el fenómeno de la extrañeza, mostrando su preponderancia y relevancia para la comprensión de las sociedades actuales.

 


Francisco Espinoza es Licenciado en Filosofía por la Pontifica Universidad Católica de Chile y Profesor de Educación media en Filosofía por la misma Universidad, donde también ha realizado ayudantías en las cátedras de «Husserl», «Ética» e «Historia de la Filosofía Contemporánea». Actualmente cursa el primer año del Magíster en Pensamiento Contemporáneo: Filosofía y Pensamiento Político de nuestro Instituto.

 

¿Por qué tuviste interés por ingresar al Magíster en Pensamiento Contemporáneo de nuestro Instituto?

Particularmente, por tres razones. En primer lugar, me llamaba la atención el enfoque de este programa hacia el pensamiento contemporáneo y, particularmente, hacia la filosofía y el pensamiento político; me permitía continuar investigando dentro de las áreas que ya me llamaban profundamente la atención desde pregrado. En segundo lugar, la excelencia del plantel docente fue un factor decisivo para decantarme por este Magíster en particular: en efecto, integraba a profesores/as de alto prestigio precisamente en los autores/as que pretendía profundizar. En tercer lugar, me interesa aprovechar lo más que pueda las conexiones y redes académicas que este programa, dentro del contexto del Instituto de Filosofía UDP, busca propiciar para sus estudiantes; esto me permitirá relacionarme con personas con intereses filosóficos potencialmente estimulantes para mi formación académica.

 

¿Tus estudios de pregrado se relacionaban con la filosofía? ¿De qué forma crees que el Magíster complementa o integra tus estudios de pregrado?

Soy Licenciado y Profesor de Filosofía, y durante el pregrado pude estudiar con bastante profundidad la historia de la filosofía y profundizar en sus principales preguntas y referentes. Me parece que este Magíster me permite ahondar aún más en mis áreas de interés, avocadas particularmente a la filosofía político-ética contemporánea. En este sentido, he comprobado que este Magíster me impulsa a pensar con más profundidad sobre algunas líneas conceptuales que ya había explorado en pregrado, y conectar con algunas que desconocía por completo.

 

¿Puedes contarnos sobre tu tema de investigación, por el cual obtuviste la Beca ANID?

Fundamentalmente, mi tema de investigación está referido a los problemas relacionados con el perdón en la filosofía contemporánea, particularmente desde los prismas de Hannah Arendt, Martha Nussbaum y Jacques Derrida. De modo sintético, se podría señalar que busco hacer valer el perdón como un fenómeno fundamental a meditar en la reflexión filosófica de estos últimos dos siglos, y que acarrea algunas aporías referidas a sus condiciones de (im)posibilidad. Desde mi perspectiva, el acercamiento a estas aporías puede ser decisivo para esbozar una renovada visión de la filosofía ético-política.

 

¿Qué te han parecido hasta ahora los seminarios que has cursado en el Magíster? ¿De qué forma puedes vincularlos con la investigación que te propones realizar?

Los seminarios cursados hasta ahora han complementado de manera satisfactoria mi formación en pregrado, y de manera significativa me han permitido pensar mi tema de investigación desde aristas no consideradas. En particular, el seminario sobre «Estética y Política» me permitió pensar el problema del perdón en conexión con el pensamiento de Walter Benjamin, y su noción de tarea (Aufgabe). Asimismo, la formación de los otros cursos me ha dotado de herramientas conceptuales sólidas para interpretar más adecuadamente ciertos pasajes de la bibliografía primaria de mi investigación. Por ello, podría decir que los seminarios han sido muy significativos para mi formación y pensamiento.