El lunes 5 de agosto a las 18.30 hrs., el Dr. Diego Fernández ofrecerá una conferencia titulada “Una monstruosa ironía. Benjamin / Kafka, 1916”, en una nueva fecha de la Cátedra de Filosofía Jorge Eugenio Dotti 2019.

La conferencia, junto con dar inicio al curso Filosofía II: Benjamin y la cuestión de la verdad (que ofrece junto al profesor Eduardo Sabrovsky), se enmarca dentro del proyecto Fondecyt postdoctoral “Distancia infinita: la lectura y radicalización del concepto de ‘distanciamiento estético’ en las obras de Maurice Blanchot y Walter Benjamin”, que Diego Fernández lleva a cabo con patrocinio del IDF.

La actividad se realizará en el Auditorio de la Facultad de Ingeniería, ubicado en Ejército 441, piso -1. Tal como el resto del ciclo, es abierta a todo público y busca fomentar el diálogo de la filosofía y el pensamiento político con la comunidad.

Sobre la conferencia

Por razones en algún punto opuestas, 1916 es un año crucial para las vidas y las obras de Walter Benjamin y Franz Kafka. Mientras Benjamin redacta ese año el que considerará hasta el final de sus días una especie de texto matricial (“Sobre el lenguaje en general y sobre el lenguaje del hombre”), Kafka se encontraba en un período particularmente infructuoso de escritura en el cual las vacilaciones congénitas acerca de su condición de escritor se incrementan hasta la desesperación. 1916 es también, sin embargo, el año en que Kafka y Benjamin deberían haber coincidido. En noviembre de ese año Kafka se había trasladado de Praga a Múnich para ofrecer la única lectura pública que pronunciaría fuera de su ciudad natal (“En la colonia penitenciaria”). Benjamin se encontraba desde hace más de un año en la ciudad bávara y es del todo improbable que no estuviera al corriente de este evento (en una carta muy posterior a Scholem, manifiesta haber leído a Kafka ya en 1915 con radical admiración), pero lo cierto es que el encuentro entre ambos nunca se produjo. En un tono semiconfesional, en la historia de su amistad con Benjamin, Scholem recuerda este desencuentro: “muchas veces he especulado sobre lo que podría haber significado un encuentro entre estos dos hombres”. Podría decirse, sin embargo, que ese mismo año el encuentro se produciría por otra vía: el de una escritura (la de Kafka, la de Benjamin) que por esos mismos años expone –los términos son de Benjamin aunque media una paráfrasis clave a Kierkegaard– el “origen mítico de la ley” en el “triunfo de la subjetividad”. Es lo que Benjamin llama, ahí mismo (1916), una “monstruosa ironía” (eine ungeheure Ironie): el hecho de que ese triunfo (el de la subjetividad) sea al mismo tiempo la “condena” en la que anida el derecho.